«La forma en que algunos medios de comunicación presentan a las mujeres que participan en política parece centrarse más en su género que en las políticas que defienden», explica Pamela Morinière, experta en Género de la FIP. «Demasiados reportajes sobre mujeres políticas se detienen en cuestiones que no tienen nada que ver con la política, como su aspecto, su situación familiar, su orientación sexual o su comportamiento emocional.

Este tipo de reportajes influyen en la percepción que los votantes tienen de las mujeres políticas, dando la impresión de que las mujeres no son aptas para la política. La realidad es muy diferente».

Las mujeres ocupan alrededor del 30% de los escaños parlamentarios en Europa, pero sólo representan el 18% de los políticos que aparecen en las noticias, según el Global Media Monitoring Project 2020, un informe mundial quinquenal que analiza el lugar que ocupan las mujeres en las noticias de todo el mundo.

Las directrices, que consisten en una serie de «lo que se debe y lo que no se debe hacer», orientan a las y los periodistas sobre los principales escollos que deben evitar a la hora de cubrir la política.

La elección de imágenes, idiomas, estatus familiar, estilo de liderazgo, emociones, son algunos de los aspectos en los que el periodismo puede caer fácilmente en la cobertura sesgada de género.

Uno de los elementos clave para evitar el sesgo de género, dicen las directrices, es aplicar la regla de la reversibilidad, y cambiar el tema de la noticia de una mujer a un hombre para comprobar si la historia puede contarse de la misma manera.

«Los códigos deontológicos del periodismo exigen que las y los reporteros no discriminen por razón de género y que respeten la dignidad de las personas objeto de las noticias», explica Anthony Bellanger, secretario general de la FIP. «Nuestra carta ética, que se ha reproducido en numerosas redacciones, establece estos importantes principios que deben guiar a las y los periodistas y editores en tiempos de elecciones a la hora de tomar decisiones sobre qué cubrir, a quién entrevistar y cómo enmarcar la noticia». «

Las directrices son el resultado de un proyecto dirigido por la FIP, «Reescribiendo la historia», cuyo objetivo es reforzar la comprensión de estudiantes de periodismo, periodistas y  directores de los medios de comunicación sobre la importancia de ofrecer una información imparcial para ayudar a las y los votantes a tomar decisiones con conocimiento de causa. Aunque se lanzan antes de las elecciones al Parlamento Europeo, las directrices son pertinentes para los periodistas y las redacciones que cubren campañas políticas.