Desde los años 80 surgió un modo dominante de comunicación social en Occidente llamado 7º generación de medios de masas o generación basura, como la define el catedrático de Periodismo y Comunicación de la Universidad Complutense de Madrid, Jesús Timoteo Álvarez, en su libro “Historia y Modelos de Comunicación en el siglo XX, con proyecciones al siglo XXI” (edición 25 aniversario 25, revisada y ampliada. Ed Universitas Madrid 2012).

Desvela que el concepto “basura” se desarrolla a partir del sector de la alimentación (comida rápida, comida basura) desde donde se transfiere a otros campos como el de la música (hi-fi), la cultura (Best seller,), y la televisión (talk show; televisión basura). Para este profesor la fase de la “comunicación basura” “mezcla elementos de mercadotecnia, ocio, predominio de la tv, sumisión de los contenidos a objetivos de guerra por las audiencias y objetivos económicos a corto plazo

Para Jesús Timoteo Álvarez existen varios actores que definen este modo de hacer:

1)Un nuevo populismo, donde la gente se entera cada vez más deprisa de que le engañan y no le importa; lo consideran tan normal que repite.
2) Espectáculo, donde las gentes ven la política como un espectáculo. No les interesen nada los presupuestos del Estado, ni el bien público. Se divierten siguiendo a actores que llevan a cabo una función diaria, que discuten, que amagan y exageran, provocan miedos, anuncian catástrofes, y defienden siempre supuestos grades ideales.
3) Monopolio de las televisiones generalistas. El método es directo, se trata de la ocupación del espacio público, de modo casi físico, a través del monopolio televisivo en plena democracia mediática.

Esto no ha cambiado con internet, y destaca algunos actores de decadencia como que la comunicación convencional, empezando por la publicidad se muevan en retirada, que los medios convencionales generen mucha desconfianza o que usuarios y consumidores constituyan un mercado de masas deteriorado.