La Opinión de Málaga- Alfonso Vázquez

A punto de iniciar su segundo curso, cerca de 20.000 alumnos malagueños se sumaron la pasada temporada – Entre las ventajas que puede aportar el ajedrez educativo, resolver problemas pero también crearlos, el reconocimiento de patrones y el que pueda favorecer la atención y la memoria.

El objetivo no es crear nuevos Bobby Fischer, Anna Muzychuk o Arturito Pomar; los campeones, si acaso, llegarán con el tiempo como fruto de esta iniciativa. «Pero esto es un programa educativo, no competitivo; es la primera vez que un centro mete un juego, el ajedrez, en horario lectivo», precisa feliz Manuel Azuaga.

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