El tratamiento de la imagen de la mujer en los medios de comunicación es uno de los aspectos que ofrecemos los periodistas del equipo de ‘La Prensa en mi Mochila’ a los alumnos de 3º y 4º de la ESO. El modelo de mujer que domina la presencia en los informativos de las televisiones y el uso del cuerpo femenino para elaborar los mensajes publicitarios son analizados en nuestra presentación. En el primer caso, mostramos una diapositiva en la que aparecen parejas de comunicadores hombre-mujer que forman equipo para dar las noticias. Los hombres son maduros y transmiten una estética convencional de traje y corbata, mientras las presentadoras son jóvenes y atractivas. En las aulas de los institutos en los que he estado, este modelo no pasa desapercibido y provoca reacciones con facilidad. A una de las sesiones que impartí en el IES ‘Guadaiza’ asistieron unos veinte alumnos, pero sólo tres de ellos eran chicos. Las chicas iniciaron espontáneamente un cruce de impresiones a modo de pequeño debate. Una de ellas se quejaba de que “la mujer tiene que ir bien vestida, con tacones y maquillada. Me da mucho coraje. Contratan un estereotipo de periodista joven y guapa”. 

En el caso de los mensajes publicitarios, ‘La Prensa en mi Mochila’ presenta el vídeo ‘Body Evolution’ mostrando la evolución de una modelo fotografiada en una sesión de fotos y la transformación posterior de su cuerpo mediante una gran cantidad de modificaciones de la imagen. En el vídeo se ve como se alargan las piernas y el pelo de la mujer, el estrechamiento de su cintura, retoque de los pómulos y ojos y el cambio del tono de la piel; todo ello para trasladar una imagen de perfección que refuerce y potencie el atractivo del producto que se quiere vender. Se utiliza el cuerpo de la mujer como objeto asociado a la venta de ropa o perfumes, entre otros productos.

Las reacciones de chicos y chicas en las aulas fueron inmediatas.“¡  No es ella !” comentó una alumna en una de las sesiones en el IES ‘Juan de la Cierva’. “Es una barby-persona”, señaló gráficamente  otra adolescente. Los chavales corroboraron ese uso masivo de la mujer por los anunciantes publicitarios y también plantearon la utilización del cuerpo del hombre con los mismos fines. 

La alfabetización mediática me ha puesto en contacto con una generación de adolescentes muy diferente a las anteriores. Los críos actuales de 14 o 15 años tienen unas posibilidades de acceso al ocio y estilos de vida mucho más amplios. Reciben a diario una ingente cantidad de estímulos de consumo y propuestas de diversión. Los medios de comunicación que consumen son redes sociales donde la oportunidades de interactuar son infinitas. En esta segunda ola de las redes, las imágenes y el vídeo han tomado un protagonismo absoluto surgiendo en ese campo los ‘influencers’, personas que gozan de credibilidad por arrastrar a cientos de miles o millones de personas por su experiencia en áreas de contenido concretas como pueden ser videojuegos, dispositivos tecnológicos, maquillaje o retos de diversos tipos, entre otros.

Todos los chavales que han asistido a las sesiones tienen perfiles en redes sociales y en su inmensa mayoría las usan para distraerse, curiosear y pasar el tiempo. También conocen, a menudo por recomendación de algunos profesores, canales en Youtube de docentes que publican tutoriales para ayudarles en sus estudios como es el caso de la youtuber ‘Susy Profe’ que explica contenidos de Matemáticas, Física, Química y Lengua.

Al abordar el fenómeno de los ‘influencers’ he tratado de abrirles el abanico de posibilidades y, en el caso de los que son muy famosos por sus audiencias millonarias, me he esforzado en transmitirles que no han llegado ahí de la noche a la mañana, que tuvieron que trabajar durante mucho tiempo, formarse y esforzarse. Cuando han empezado a ganar dinero llevaban mucho tiempo creando contenidos.

Los adolescentes miran a las redes con curiosidad, ganas de divertirse y descubrir cosas nuevas. La respuesta a la pregunta “¿Quieres ser influencers?” en los cinco centros de Secundaria en los que he tenido la suerte de estar, ha sido mayoritariamente indiferente. Hubo alguna chica que mostró su deseo de serlo “para que me regalen ropa”. Todos son conscientes de lo que supone la tarea diaria de producir vídeos, transmitirlos y exponerse al público. Un alumno, amante de los dispositivos tecnológicos y usuario de numerosas redes sociales, destacó el desgaste mental que debe suponer el trabajo y exposición diaria a las redes sociales.

Luis Santiago, docente en el proyecto ‘La Prensa en mi mochila’