MÁLAGA 19.078.2023 | La Fiscalía General de la República de México (FGR) detuvo el pasado 13 de julio en Veracruz al exsecretario de Seguridad de Puebla Adolfo Karam, acusado de participar en el secuestro y tortura de la periodista mexicana Lydia Cacho, según publica el diario El País en su página web.

Un tribunal de Quintana Roo ordenó en abril de 2019 la detención de los posibles autores intelectuales de los hechos, una calificación que la Fiscalía ha repetido ahora con el exsecretario. La periodista, invitada en varias ocasiones por la Asamblea de Mujeres Periodistas de la Asociación de la Prensa de Málaga, publicó en 2005 el libro Los demonios del Edén, en el que destapaba una red de pornografía infantil que implicaba a empresarios y políticos de todo el país. El 16 de diciembre de ese mismo año, Cacho fue secuestrada en Cancún durante 48 horas, en las que sufrió torturas y amenazas de muerte.

La Fiscalía ha señalado que tras casi 18 años de lo ocurrido cuenta con las pruebas suficientes como para acreditar su presunta responsabilidad en las torturas. Y ha apuntado que el exsecretario pudo participar en una “estructura organizada de poder” dentro del Ejecutivo poblano, con la finalidad de afectar a la dignidad de la periodista con motivo de la publicación de su libro. Karam será juzgado en Quintana Roo por la Justicia federal. La experiencia vivida por la periodista fue llevada al papel, en su libro Memorias de una infamia (2007).

La periodista ha compartido a través de sus redes que continuará con su lucha contra la violencia ejercida por los trabajadores públicos: “Sigo diciendo que hay que encarcelar a todos los funcionarios públicos y a todos los criminales que compran, venden y explotan sexualmente a niñas y niños”. Y también ha recordado los sucesos de 2005. En el encuentro que mantuvo con la Asamblea de Mujeres Periodistas de Málaga en marzo del año pasado, la periodista mexicana y activista de los derechos humanos ofreció una ponencia bajo el título ‘Vivir para contarlo’ donde relató su trayectoria profesional como periodista de investigación y su compromiso con las mujeres y niñas víctimas de violencia machista. “Se aprende a vivir con miedo porque de no hacerlo te entregas a la muerte. Fui torturada, pero sigo adelante. No estoy dispuesta a sacrificar mi felicidad por ser una buena periodista de investigación en un mundo que castiga a las mujeres libres y que censura la libertad de prensa”, manifestó en su momento la fundadora del Centro Integral de Atención a las Mujeres (CIAM).

Recientemente presentó en la Asociación de la Prensa de Málaga (APM) su último libro ‘Rebeldes y Libres’, (ed. La Esfera de los Libros), un alegato a favor de la libertad y la rebeldía bien entendida de las jóvenes españolas.