La FIP y la FEP condena los despidos y ataques contra periodistas serbios
Los profesionales de los medios viven una situación tensa desde el accidente fatal en una estación de tren el 1 de noviembre de 2024 que acabó con 15 fallecidos
5 febrero, 2025

En las últimas semanas, Serbia se ha visto envuelta en una situación de protestas a nivel nacional después de que el 1 de noviembre de 2024 se derrumbara el techo de una estación de tren recientemente renovada en Novi Sad, matando a 15 personas. Este desastre se ha relacionado con la corrupción gubernamental, las malas normas de construcción y la negligencia. La Federación Internacional de Periodistas (FIP) y la Federación Europea de Periodistas (FEP) han condenado los ataques y piden justicia y rendición de cuentas.
El accidente ha provocado un movimiento de anticorrupción más amplio, en el que los manifestantes (con un gran porcentaje de jóvenes) exigen una mayor transparencia y rendición de cuentas por parte de las autoridades. Las protestas, que han contado con el apoyo de profesores, estudiantes, agricultores y la ciudadanía en general, han causado bloqueos de carreteras y manifestaciones en todo el país. Además han provocado la dimisión del primer ministro Miloš Vučević.
La respuesta por parte de los medios de comunicación ha sido clara: declararse en huelga. Unas 80 redacciones de periódicos en Serbia han tomado esta decisión apoyando una acción de “desobediencia civil general” que fue organizada por un grupo de estudiantes.
Amenazas contra periodistas
Durante el primer mes de este año se han llegado a registrar más de 30 ataques, amenazas verbales o tácticas de presión contra periodistas por el ejercicio de su trabajo, ya sea por parte de fuerzas policiales o funcionarios públicos. Uno de los ejemplos más sonados, es el de Milan Srdić, corresponsal de la RTS en Novi Sad, al que se le ha prohibido informar sobre los acontecimientos actuales en la propia ciudad.
KRIK, el portal de noticias de investigación, también ha sido demandado por Jelena Tanasković, directora de Infraestructura Ferroviaria de Serbia y una de las sospechosas de ser la culpable del accidente de la estación de tren.
Despidos sospechosos
Además, ha habido una oleada de despidos por parte de profesionales que han participado como individuos privados en las diversas manifestaciones. La periodista Vojislava Crnjanski-Spasojević, que trabajaba para Novosti, fue despedida el 13 de enero por supuestos «cambios tecnológicos, económicos y organizativos». Su destitución se produjo un día después de que publicara en Instagram una foto de la protesta frente a la Facultad de Derecho.
Otra periodista del mismo medio que había publicado su foto en las redes sociales durante la protesta fue despedida por supuestos “recortes presupuestarios”, pese a que el mismo medio recientemente ha aumentado sus salarios y ha contratado a varios nuevos autónomos.
La FIP y la FEP han expresado: “Apoyamos a los periodistas de Serbia que llevan a cabo su labor informativa en un clima de grave intimidación y violencia. Instamos a las autoridades serbias a que investiguen todos los casos de ataques contra nuestros colegas. La libertad de prensa es esencial en una democracia y el derecho del público a saber debe protegerse por todos los medios posibles, con sólidas salvaguardas para la libertad de prensa”.