MÁLAGA 23.12.2021 | La sexta ola de la pandemia ha impedido el encuentro presencial que habíamos previsto en la Asamblea de Mujeres Periodistas con Soledad Ruiz Seguin, secretaria general de UGT Málaga y una mujer que es un referente del feminismo socialista. El encuentro ha tenido que celebrarse de forma telemática, pero no por ello ha perdido un ápice de interés. Soledad Ruiz, una experta en políticas europeas de género, que dirigió en su día el Instituto Andaluz de la Mujer y estuvo al frente de la dirección general de Violencia de Género, ha hecho un exhaustivo repaso por las luces y las sombras del avance los derechos de las mujeres en nuestro país.

Ruiz Seguin destaca el empuje de la Unión Europea, que tomó como referencia los acuerdos adoptados en la conferencia de Beijing en 1995 en sus directivas sobre género y su transposición al ordenamiento jurídico de los países miembros.

“El avance en España se fue produciendo a saltos, en función de los gobiernos», señala Soledad Ruiz. «Con Aznar se hizo una ley de conciliación, pero el avance cuantitativo y cualitativo se produjo con el gobierno de Zapatero”. Recuerda que no solo se aprobaron leyes específicas de igualdad y contra la violencia de género, el impacto de género se aplicó de forma transversal en las normas. Antes de esto, en el 88 se había creado el Instituto de la Mujer a nivel nacional: “Fue una estructura que colocó en la agenda pública la igualdad con una planificación ordenada, estructurada y con presupuesto”.

Soledad Ruiz destaca también cómo la aplicación del impacto de género en las normas, propició un ejercicio de diagnostico de la situación de las mujeres “para a partir de ahí plantear medidas de acciones positivas de mejora. La prioridad de Europa era que mujeres y hombres tuvieran una igualdad real, no solo en las normas. Con la aplicación del impacto de género en las estadísticas empezaron a visualizarse las brechas horizontales y verticales entre hombres y mujeres”.

Eran tiempos, según recuerda Soledad Ruiz, en los se fueron colocando mujeres feministas al frente de puestos de responsabilidad en los gobiernos y esta especie de ‘lobby feminista institucional’ impulso importantes avances en todos los sectores.

Sin embargo, el feminismo sindicalista, según explica Soledad Ruiz, no lo ha tenido fácil, no era comprendido desde fuera por las organizaciones de mujeres, ni dentro de los propios sindicatos, y cada pequeño logro costaba sudor y lágrimas. Ruiz Seguin recuerda a mujeres que fueron referencia como Matilde Fernandez en Industria, y hombres como Alberto Pérez, que fue secretario de organización de UGT.

En este encuentro online con la Asamblea de Mujeres Periodistas, también ha participado la responsable del Área de Igualdad de UGT Málaga, Cristina García, y  Montserrat Boix, periodista creadora del periódico digital “Mujeres en Red”, activista feminista y sindicalista de UGT en RTVE, empresa en la que trabaja dentro de los servicios informativos de Televisión Española.

PLANES DE IGUALDAD

Las sindicalistas han puesto de relieve la importancia de los planes de igualdad en el avance de los derechos laborales de las mujeres. Montserrat Boix considera que las periodistas deberíamos intervenir en los espacios de negociación de las empresas periodísticas: “Sabemos cuál es nuestra situación y lo que queremos conseguir, y los planes de igualdad son la mayor posibilidad de intervención para avanzar”. “Los planes de igualdad son obligatorios para empresas que tengan plantillas de mas de 50 personas, y en las más pequeñas son voluntarios, pero los necesitan si quieren obtener una subvención o concursar a una licitación”, añade Cristina García.

Soledad Ruiz Seguin señala que el gran reto de los sindicatos es preparar a suficientes  personas expertas para llevar a cabo la negociación de los planes de igualdad. En Málaga se están negociando de forma simultánea más de 50.

El encuentro con Ruiz Seguin no se ha olvidado de las sombras en el avance de los derechos de las mujeres: “Las hubo, porque no tuvimos en cuenta la interseccionalidad, la transversalidad o el lenguaje”. Son muchos los logros pero también mucho el trabajo por realizar. En violencia de genero, Ruiz Seguin considera que hay un trabajo fundamental aún pendiente, la reeducación de los maltratadores.