BRUSELAS, 30/04/2018 | FIP.- Según diversas fuentes, 9 periodistas, incluida una mujer, fueron asesinados en Kabul, Afganistán, en ataques suicidas consecutivos, el segundo de los cuales fue dirigido contra periodistas este lunes, 30 de abril de 2018. La FIP muestra su condena y dolor en un comunicado difundido inmediatamente de ocurridos los hechos.

La Federación Internacional de Periodistas (FIP) se unió a la Asociación de Periodistas Independientes de Afganistán (AIJA) para condenar enérgicamente el asesinato de los nueve periodistas en el ataque dirigido contra ellos; y exige una acción urgente del gobierno afgano para castigar a los responsables.

Los dos ataques suicidas llegaron al centro de Kabul este 30 de abril. La primera bomba detonada por un atacante en una motocicleta y la segunda explosionó 20 minutos después entre quienes habían venido a rescatar a las víctimas del primer ataque, incluido un grupo de periodistas.

El reportero gráfico – jefe en Kabul de la Agence France-Presse (AFP), Shah Marai; el cámara de Tolo News, Yar Mohammad Tokhi; los corresponsales de Radio Azadi, Abadullah Hananzai, Moharram Durrani y Sabawoon Kakar: el reportero de la 1TV, Ghazi Rasooli y el cámara Nowroz Ali Rajabi; el periodista Salim Talash, de Mashal TV, y su camarógrafo, Ali Salimi murieron en la segunda explosión cuando un terrorista suicida disfrazado de periodista hizo explotar el artefacto que portaba entre los informadores que se habían reunido para cubrir el primer ataque.

Al menos 29 personas murieron y decenas más, entre ellas dos periodistas, resultaron heridos en las dos explosiones suicidas que tuvieron lugar en la zona de Shashdarak, cerca de la sede de los servicios de inteligencia afganos.

El Estado Islámico (ISIS o ISIL) se atribuyó la responsabilidad del ataque.

Anthony Bellanger, secretario general de la FIP

Anthony Bellanger, secretario general de la FIP, dijo: «Este es un día terrible para los periodistas de todo el mundo ya que hemos perdido al menos a siete de nuestros colegas en un ataque suicida con blanco. Los periodistas estaban de servicio para informar sobre el ataque anterior, simplemente informando al público. La FIP condena enérgicamente el asesinato y exige medidas urgentes del gobierno para garantizar la justicia para los periodistas asesinados. Este acto de terrorismo contra periodistas también muestra que Afganistán, a pesar de ser el país más peligroso para periodistas durante muchos años, no ha hecho lo suficiente para garantizar la seguridad de los periodistas».