Según una encuesta publicada por el ICMF, el 70% de los/as periodistas encuestados/as calificó el impacto psicológico y emocional de afrontar la crisis del COVID-19 como el factor más difícil de afrontar durante su trabajo.

Un estudio de Reuters reveló que un número significativo de periodistas (70%), que cubren la COVID-19 sufren algunos niveles de angustia psicológica y un 26% de los encuestados tiene ansiedad clínicamente significativa compatible con el diagnóstico de trastorno de ansiedad generalizada que incluye síntomas de preocupación, sensación de nerviosismo, insomnio, falta de concentración y fatiga.

El estudio señala además que alrededor del 11%  de los encuestados declaran síntomas prominentes de trastorno de estrés postraumático, que incluyen pensamientos y recuerdos intrusivos recurrentes de un evento traumático relacionado con COVID-19, un deseo de evitar los recuerdos del evento y sentimientos de culpa, miedo, ira, horror y vergüenza.

Una encuesta de la Federación Internacional de Periodistas (FIP) señaló que más de la mitad de los encuestados ha reconocido además un aumento de las desigualdades de género en la industria, con consecuencias devastadoras en su conciliación de la vida laboral y privada (62%), responsabilidades laborales (46%) y salarios (27%).

La salud mental de los/as periodistas durante la pandemia se ha visto afectada. El estrés, la ansiedad, la depresión, los trastornos del sueño y de la alimentación o el agotamiento son solo algunos de los problemas de salud mental que sufren a diario muchos/as periodistas.