El nuevo plan prevé una subvención anual de 30.000 euros por periodista profesional que trabaje en la redacción y se pondrá a disposición un presupuesto anual de 200.000 euros para apoyar la innovación.

El proyecto de ley reforma un régimen establecido en la década de 1970, según el cual las ayudas se calculaban en función del número de páginas impresas. Esto significó que los medios digitales fueron fuertemente discriminados en los últimos años. Con el nuevo régimen de ayudas a la prensa, la ayuda económica anual se calcula en función del número de periodistas acreditados, un cambio que beneficia tanto a los medios impresos como en línea, pero también a la puesta en marcha de medios, y la calidad más que la cantidad.

Además, bajo el antiguo régimen, solo las publicaciones de medios en francés, alemán y luxemburgués eran elegibles para el sistema de apoyo. Ahora, cualquier medio en un idioma que concierna al menos al 15 % de la población del país es elegible, lo que incluye notablemente la publicación de medios en inglés.

La afiliada de la FIP, la Asociación de Periodistas de Luxemburgo (ALJP), acogió con satisfacción la adopción de la ley, pero también expresó reservas sobre varios defectos, especialmente la definición de “periodista“. El sindicato también lamenta no haber sido consultado durante los debates sobre la ley.