MÁLAGA RSF 19.04.2022 | Reporteros sin Fronteras (RSF) ha enviado un escrito a Richard Bennett, el nuevo relator especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Afganistán. Tal y como ha comunicado la Asociación de la Prensa de Almería, RSF pide protección inminente para defender a los periodistas y la libertad de prensa en Afganistán, donde aumentan las detenciones arbitrarias y existe un clima de miedo que se ha apoderado de todos los medios de comunicación. De hecho, 50 trabajadores de los medios fueron arrestados por la policía y los servicios de inteligencia afganos.

La situación de la libertad de prensa ha empeorado drásticamente. Los periodistas están siendo detenidos arbitrariamente y se han impuesto nuevas restricciones a ellos y a los medios de comunicación. Según la Asociación de la Prensa de Almería, la carta de RSF llama la atención de Bennett sobre el hecho de que, a pesar de que el portavoz del gobierno y viceministro de información y cultura, Zabihullah Mujahid, afirmó en febrero que la ley de medios de marzo de 2015 todavía está en vigor, la situación de los periodistas es extrema.

Los ataques a los periodistas han incrementado a raíz de las nuevas restricciones, especialmente desde principios de 2022, provocando una alarma generalizada en los medios. Estas restricciones incluyen un decreto del Ministerio de Información y Cultura del 28 de marzo, que prohíbe a los canales de televisión privados retransmitir programas de noticias proporcionados por emisoras internacionales (BBC , Voice of America y Deutsche Welle) en idiomas locales (darí, pastún y uzbeko).  Cabe destacar que Afganistán ocupa el puesto 122 entre 180 países en el Índice Mundial de Libertad de Prensa que RSF publicó en abril de 2021.

Según ha informado la Asociación de la Prensa de Almería, las amenazas y las detenciones arbitrarias se han intensificado y los funcionarios de los diversos servicios de seguridad, especialmente los servicios de inteligencia (Istikhbarat). Ahora pueden prohibir transmisiones y programas y pueden acudir directamente a los medios de comunicación para arrestar a periodistas u otros empleados.

“Mientras el régimen sigue arrestando a periodistas y aumentando la presión sobre los medios, la situación de la libertad de prensa en Afganistán no debe pasar desapercibida para la atención de la comunidad internacional”, dijo Antoine Bernard, director de incidencia y asistencia de RSF.

Allanamientos, detenciones y una desaparición

Durante una redada en cuatro estaciones de radio locales, en la ciudad sureña de Kandahar el 28 de marzo, los agentes de Istikhbarat arrestaron a los periodistas Farid Alizi, Mahmoud Mehraban, Agha Shir Manar, Rahim Mehraban, Samioulah Wahdat y Vares Nouri, por presuntamente violar una prohibición de los talibanes de transmitir música.

Al día siguiente, el periodista, Besmollah Vatandoste, fue a exigir su liberación y a comprometer a su emisora de radio a respetar la prohibición, pero también fue arrestado durante nueve días. 

Por otro lado, la familia de Khalid Qaderi, investigador y periodista de Radio Norroz en la ciudad occidental de Herat, no ha sabido nada sobre su destino desde que fue arrestado por agentes de inteligencia talibanes el 17 de marzo.

Ante esta situación, Reporteros Sin Fronteras destaca la naturaleza arbitraria de estos arrestos al relator especial. Según la ley de prensa de marzo de 2015, que todavía está oficialmente en vigor, el Istikhbarat no tiene derecho a intervenir directamente en los asuntos de los medios ni a detener a los periodistas antes de que la Comisión de Verificación de Delitos contra los Medios haya emitido una evaluación.