02.11.2023 | Verificat y la Fundación Bofill, en colaboración con el departamento de Educación de la Generalitat, ha lanzado un nuevo proyecto, llamado Desfake,  para desarrollar la capacidad de los estudiantes para evaluar críticamente la información que reciben a través de las redes.

El objetivo es “formar ciudadanos responsables que duden de lo que no es confiable, se hagan las preguntas adecuadas y tengan las herramientas necesarias para actuar y protegerse frente a la desinformación que encuentran día tras día en la red”.

El curso de Desfake orbita alrededor de cuatro preguntas:

  1. ¿Qué emoción me genera una información?
  2. ¿Quién está detrás de una información?
  3. ¿Qué pruebas aporta?
  4. ¿Qué dicen las otras fuentes?

El proyecto aporta técnicas y conocimientos alrededor de estas cuatro preguntas, que permitirán a los alumnos construir un manual de verificación y aplicarlo.

Al final del curso, realizarán su propio fact-check y lo publicarán en video en el canal de Desfake en TikTok, donde se ha creado una comunidad de fact-checkers adolescentes que difunden sus verificaciones.

Al final del curso, realizarán su propio fact-check y lo publicarán en video en el canal de Desfake en TikTok, donde se ha creado una comunidad de fact-checkers adolescentes que difunden sus verificaciones.

El proyecto busca abordar la alta exposición que tienen niños y adolescentes a información de baja calidad o malintencionada, especialmente en las redes sociales e Internet. Los centros educativos y las entidades socioeducativas desempeñan un papel crucial para crear espacios de confianza mediática en entornos digitales, añade la responsable del proyecto.

El informe publicado por la Fundación Luca de Tena sobre alfabetización mediática en España en 2023 ya revelaba que el 74% de los profesores perciben que sus alumnos están desinformados. Además, el 67% señalaba que no se han invertido suficientes recursos para enseñar alfabetización mediática.

Según datos del informe PISA, los adolescentes tienen dificultades para reconocer la fiabilidad de una fuente de información. A pesar de esto, el 90% de los estudiantes cree que es capaz de distinguir entre información y opinión.