El fundador de Wikileaks, Julian Assange, ha decidido declararse culpable como parte de un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos que le permitirá salir en libertad y volver a su Australia natal tras pasar cinco años en una prisión británica. Assange, de 52 años, se declara culpable de un cargo de violación de la ley de espionaje por su papel en la obtención y publicación de documentos militares y diplomáticos clasificados en 2010, según los registros judiciales. Con ese acuerdo, que debe ser ratificado este miércoles, se pone fin a un largo culebrón legal de 15 años.

Su esposa Stella daba las gracias a los seguidores de Assange en X (antes Twitter) junto a un vídeo en el que se veía al exhacker firmando los papeles de su acuerdo, viajando en furgoneta hasta el aeropuerto londinense de Stansted y abordando el avión de regreso. Acompañaba a Assange el alto comisionado de Australia en el Reino Unido, Stephen Smith.

El delito por el que Assange se declara culpable conlleva una pena máxima de 10 años de prisión, pero se espera que el acusado comparezca ante el tribunal de la remota Saipán, capital del territorio estadounidense de las Islas Marianas del Norte, en el Océano Pacífico, y sea condenado a cinco años, que se darían por cumplidos con el tiempo pasado en la prisión británica, lo que significa que quedaría en libertad.

Antes de este acuerdo, el Gobierno de EE UU acusaba a Assange de 17 delitos contra la ley de espionaje y uno por intromisión en un ordenador. El editor australiano se enfrentaba a una pena máxima de 175 años de prisión, principalmente por la filtración de más de 250.000 documentos clasificados del Departamento de Estado estadounidense en noviembre de 2010.