Nuestra Asociación de la Prensa cumple, en este año que transcurre, sus 115 Años. Este 2020, precisamente, no pasará a la historia, ni a nuestras memorias y recuerdos, como mínimamente gozoso para la inmensa mayoría de todos los seres humanos. Precisamente por ello, por esa decisión de no dejarlo pasar fatalmente negativo por parte de la Junta Directiva de la entidad mencionada, comenzando por su presidenta, mi buena amiga desde que inició su andadura periodística en plena juventud, Elena Blanco, participemos sentidamente en esta conmemoración. Desde hace ya muchos meses, no hay  días para celebrar algo.

Además, la Asociación, tras una magnífica etapa bajo la dirección de mi singular amigo Rafael Salas, tiene ya en marcha una nueva realmente prometedora que ya está ampliando los cimientos que, ejercicio tras ejercicio y mandato tras mandato, se han ido mejorando  en cada momento en unos y otros aspectos, según los fines y metas esenciales impuestas por cada presidente con su junta directiva.  Al menos desde los tiempos de Joaquín Marín, sin  desmejorar a los que nos precedieron desde 1905 que, desde el momento fundacional como esencial, han ido luchando y trabajando por una entidad propia y, sobre todo, defensora de la imprescindible dignidad y  justo apoyo  social  de los periodistas malagueños.

Entré en la directiva con el inolvidable Joaquín Marín, años juntos efectuando, él para “Sur” y yo para “Sol de España”, las informaciones de carácter oficial, quien adquirió nuestra sede, y Julián Sesmero, que dio lecciones de excepcional malagueñismo, y contribuyó con su gestión al pago de buena parte de la sede, la totalidad de la otra buena parte que quedaba por pagar –lo que debía preocupar a los buenos, como personas y periodistas, Guillermo Jiménez Smerdou y Pedro Luis Gómez, ya que avalaron el préstamo millonario que se solicitóo- me tocó en primeros mandatos con unas excelentes juntas directivas, y aprovechado todo momento o posibilidad para ir superando las cuotas mensuales y, de buenas a primeras, para quitarnos de un golpe las de los últimos años.

Eso, desde aquel 2001 que accedí a la presidencia, fue una de los esenciales fines  a llevar  a cabo, además del necesario y lógico vivir a diario y caminar de la entidad, engrandeciéndola en todo lo que fue posible, dando respuesta a problemas y exigencias de cada tiempo, como hicieron los presidentes que me precedieron y el que me sucedió, y seguirá haciendo quien ahora nos preside, todos con sus respectivos directivos.

Hubo asuntos y actuaciones de vital importancia, unos, y otros de proyección y consolidación de la entidad con un mayor número de socios. Ahora bien, el asunto estrella, en el que todos teníamos puestas nuestras miras y estrega especial, desde 1997, era la creación del Colegio Oficial de Periodistas de Andalucía, en cuyo logro tuvo una transcendental participación la Asociación de Málaga, hasta el punto que se consiguió contando Málaga con la presidencia de la Federación Andaluza de Asociaciones de la Prensa, convocando y desarrollando tres Congresos de la Prensa de Andalucía y, con ello, creándose por el Parlamento de Andalucía esta corporación de derecho público. Con la presidencia de su Comisión Constituyente, elegida por todos los representantes de las asociaciones de Andalucía, Ceuta y Melilla, para el titular de Málaga. La pena es que las buenas ilusiones y  expectativas que teníamos en este logro los periodistas andaluces, unos dos mil, a la par que la práctica totalidad de las asociaciones de toda Andalucía, no dieron el más mínimo fruto esperado, encontrándose aún en un momento que no podemos calificar como apropiado a los fines y protagonismo que debiera tener.

En Málaga, haciendo encaje de bolillo jurídico, por unanimidad reiterada de las asambleas generales, Asociación y Demarcación del Colegio llegaron a contar ambas entidades con unas juntas directivas constituidas por las mismas personas, tras lo que, como anuncié en su día, presenté mi dimisión tras los dos primeros años del cuarto mandato.

Durante estos casi tres lustros fue esencial nuestra excepcional relación con la Facultad de Ciencias de la Comunicación de nuestra Universidad, gracias a su decano, mi entrañable amigo Juan Antonio García Galindo, con el que tanto efectuamos conjuntamente y que se dio a la Asociación una importante proyección desde el campo universitario.

La conmemoración de los cien años de la Asociación, ciertamente, creo que estuvo bien planteada y sobre todo se llevaron a cabo tantos y tan diversos actos que fueron toda una novedad en la misma historia de esta entidad y de esta clase de celebraciones.

Como decía, se desarrolló durante los años 2005-2006.  La inauguración especial de ésta tuvo lugar el día 20 de junio, en el Antiguo Real Conservatorio María Cristina, bajo la presidencia de la ministra Magdalena Álvarez Arza, con asistencia de todas las primeras autoridades y representaciones de la provincia, sí como de un elevado número de periodistas, abarrotándose el referido salón y pronunciándose discursos que quedaron y están para la mejor historia de la Asociación.

La clausura, no olvidemos que la Asociación tiene el carácter y la denominación de Provincial, fue, gracias al inolvidable Rafael de Loma, en la “Ciudad de los Periodistas” de Estepona, en mayo de 2006, presidiendo este acto el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, e, igualmente, dándose intervenciones de profundo calado para el mundo del periodismo, la comunicación y la sociedad en general que volvieron a tener repercusión regional y nacional.

Además de estos actos centrales, fueron muchos los que se pusieron en marcha y consiguieron plenamente, todo hay que decirlo, una gran proyección de nuestra entidad en toda Andalucía y apoyos económicos que jamás olvidaremos y nos facilitaron el liquidar la totalidad de la deuda de la sede, desde aquellos años propiedad de los periodistas socios y una de las mejores de las que tienen las casi cincuenta asociaciones de la prensa de España.

Sería interminable hablar de acto y momentos de casi aquellos dos años de conmemoración, pero no se puede obviar, por ejemplo,  la elección y entrega de nuestra Medalla de Honor a cinco malagueños que representaran a las más destacadas en todos los campos a las personalidades vivas de la provincia, estos fueron Manuel Alcántara, Alfonso Canales, Carlos Álvarez, Félix Revello de Toro y Teresa Zabell, elegidos por amplísimo número de  votos entre todos los periodista de la provincia.

Los conciertos, mesas redondas y conferencias impartidas, la potenciación en aquellos años de las ediciones del Salón de Otoño y del Premio “Relosillas de Relatos”. El Homenaje, en el mismo Colegio de Médicos, a los doctores y médicos que constituían nuestro “Cuadro Médico”, el propio planteamiento a las autoridades del Museo de la Prensa de Málaga y de otras variadas actuaciones que, la falta de insistencia paralela a la de medios, es lo cierto, quedaron y están pendientes.

En fin, fue la conmemoración de los cien primeros años de nuestra Asociación, como cada uno en su momento, se hizo todo cuanto se pudo por la, no ya existencia, sino grandeza y proyección de nuestra Asociación, y así estoy seguro que seguirá siendo con personas como la actual presidencia y directivos que cumplen su compromiso como tales.

¡Felicidades a todos en este 115 Aniversario y a adelante!