MÁLAGA 03.11.2023 | Internet posibilita la democratización del acceso a la información y el fortalecimiento de las audiencias activas, pero también, paralelamente, propicia la manipulación de noticias y la propagación de contenidos falsos y violentos. Aunque la desinformación y el discurso de odio no son fenómenos nuevos, se expanden ahora sin apenas control, teniendo a las mujeres, también a las periodistas, entre sus objetivos. Son algunas de las conclusiones a la que llega la investigación ‘Desinformación y discurso de odio hacia las periodistas deportivas’ realizada por los profesores de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga, Juan Cano Galindo, María Jesús Fernández Torres y Elena Blanco Castilla, presidenta de la Asociación de la Prensa de Málaga.
La encuesta arroja, de forma abrumadora, el reconocimiento del discurso de odio y acoso hacia las compañeras de los profesionales participantes o, en el caso de las mujeres, el ser víctimas directas del mismo. La presencia del discurso del odio hacia las periodistas de deportes, entendido este como cualquier tipo de incitación a la discriminación, la hostilidad y la violencia, preocupa de alguna forma al 92,8%, que sí que reconocen la existencia del problema, frente a un 7,2% (la mayoría hombres) que no cree que exista. Con la gravedad añadida de que el 99,7% de los que sí lo reconocen, afirman que se dan casos de forma habitual o muy habitual.Los escenarios del discurso del odio, según el estudio académico, se materializan en todo tipo de medios y plataformas, pero es en las redes sociales donde se detecta en mayor medida. Más de la mitad de los profesionales consultados señalan que los sitios y portales especializados en deportes registran la mayoría de las situaciones de acoso hacia periodistas deportivas. De los medios tradicionales, es en la televisión donde se contabilizan más casos, seguida de los periódicos deportivos, frente a la prensa generalista que es donde en menor medida se acusa el problema.

Las redes sociales se erigen como escenario principal del discurso del odio hacia las periodistas de deportes, según el 72,9% de los profesionales consultados. La plataforma que más preocupa, y de manera rotunda, es Twitter: un 98% considera que, según su experiencia, es la que registra un mayor número de casos. Le siguen en orden decreciente Instagram, que también preocupa a un 16,7%; Facebook, a un 14,3%, y TikTok, a un 6%.

Los mensajes muestran la conexión creciente entre la desinformación y los discursos y delitos de odio. El perfil típico del agresor es el de un hombre, aficionado al fútbol, de entre 40 y 65 años.

A las mujeres periodistas, el acoso, los bulos y demás formas de discurso de odio les afectan de manera emocional pero también causa daño a su reputación personal y profesional e incluso puede perjudicarles en su trabajo y en su seguri-dad, coartando en definitiva su libertad de expresión. Los hallazgos de este trabajo apoyan los modelos socioculturales y conductivos que explican la discriminación, el acoso y el discurso de odio a la mujer en su ámbito laboral, potenciado en escenarios dominados históricamente por hombres.

Los autores proponen la alfabetización mediática en la escuela y erradicar el anonimato en redes sociales, como medidas principales contra el discurso de odio.

MÁS INFORMACIÓN: Blanco-Castilla, Elena; Fernández-Torres, María-Jesús; Cano-Galindo, Juan (2022). “Disinformation and hate speech toward female sports journalists”. Profesional de la información, v. 31, n. 6, e310613.