El colectivo profesional de periodistas se enfrenta desde el inicio de esta pandemia a una situación excepcional sobrevenida de la naturaleza y magnitud de las consecuencias de este virus. Al igual que otras profesiones en las que se trabaja en primera línea, profesionales del periodismo siguen trabajando a diario con disponibilidad absoluta, además de la que de por sí requiere la profesión, que no tiene horarios estables, y que a pesar ser un colectivo acostumbrado a ello, y de su capacidad de entrega cuando hay situaciones especiales (un atentado, incendio, alguna catástrofe, macro-operaciones policiales, etc.), esta situación excepcional se prolonga ya varios meses, por lo que de forma progresiva se van acumulando el cansancio y las consecuencias psicológicas negativas.

Mediante este documento, el Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Oriental pretende, no sólo ofrecerte unas orientaciones para compensar los efectos psicológicos negativos que esta situación crítica pudiera generarte, sino además transmitirte nuestro más sincero agradecimiento, a ti que sigues día a día realizando funciones que nos permiten tener acceso a la información, en este tiempo de incertidumbre constante.

En tu situación, es posible que se generen emociones negativas y otras manifestaciones comportamentales que antes no habías experimentado, al menos con esa intensidad; estos pensamientos y estas emociones son normales en una situación como esta. Esperemos que los siguientes consejos de higiene mental te sean de utilidad y, cuanto menos, puedas recibir esta muestra de apoyo.

Las siguientes recomendaciones se generan a partir de un sondeo que hemos realizado sobre situaciones reales en las que profesionales con mayor índice de exposición sufren una mayor carga emocional y de estrés, añadiendo particularidades propias del desempeño del periodismo. Estas recomendaciones tienen un carácter tanto individual como de interacción social, por lo que en su redacción ha participado un equipo de expertas y expertas, tanto del ámbito de la Psicología Clínica como de la Psicología de la Intervención Social.

1. Ante el sentimiento de vulnerabilidad física y emocional

Permítete tomar contacto con ese sentimiento de vulnerabilidad a la vez que desarrollas estrategias de toma de consciencia de lo que estás realizando en cada momento, tanto en la labor profesional como en el resto de ámbitos de la vida diaria.

Trata de no invertir esfuerzos en controlar la emoción o evitarla; centra tu capacidad en seguir actuando con esa emoción, no contra ella. Actuar con la emoción negativa te va a reforzar y te va a facilitar el abordaje de otras negativas.

2. Ante la incertidumbre y miedo al propio contagio y el de seres queridos

El riesgo de trabajar en la calle en ruedas de prensa, tener que ir a hacer reportajes e informaciones in situ precisamente en lugares donde existe alarma, o incrementos de contagios o situaciones de riesgo, (centros sanitarios, barrios o pueblos confinados, etc..). hace que se incremente este miedo.

El miedo o la ansiedad son respuestas normales cuando se prevé un peligro. La posibilidad de contagio de seres queridos existe, debes aceptarlo y centrarte en la acción sobre aquellos comportamientos que ayuden a minimizar el riesgo. Una vez finalizada la tarea podría ser bueno que compartieras la experiencia con compañeros o que hablaras de ella al llegar a casa. Si no puedes hablar sobre ella, y crees que ha podido tener un cierto impacto emocional, podrías tratar de escribirla.

3. Ante el agotamiento emocional por la sobrecarga de trabajo en condiciones extremas

Valora en qué medida esto está influyendo sobre tu ejecución de tareas, pues a veces es más efectivo realizar cortas paradas de desconexión para poder centrarte de nuevo en el trabajo con mayor eficacia.

En los períodos más largos de descanso, es primordial que valores que son muy importantes los espacios de ocio y los que compartes con tus seres queridos; céntrate en ello y disfruta de los momentos y gestos de cariño de las personas cercanas. Puede que en un principio te apetezca menos hacer cosas que antes disfrutabas, pero es importante que las hagas. Si la atención se te vuelve a ir hacia temas del trabajo, procura también seguir centrado en la actividad de ocio en la que estás, sin castigarte porque tu mente vuelva a pensar en las situaciones estresantes

4. Ante un episodio inusual, violento, dramático

En situaciones excepcionales, como la que estamos viviendo, pueden ocurrir situaciones inusuales, violentas o dramáticas. Una vez que hayas vivido la experiencia, habla con tus compañeros/as sobre lo que ha ocurrido y cómo te has sentido. Tras un periodo en que hayas hablado sobre lo sucedido, sigue trabajando con normalidad. Es muy fácil que sigas pensando en lo que ha ocurrido o que tengas emociones que no son las habituales. No luches contra esos pensamientos ni contra esas emociones, déjalas aparecer e irse según sea en esta ocasión.

5. Ante el miedo a no poder cubrir todas las necesidades de atención por falta de medios y tiempo

Tener que combatir contra un flujo de desinformación, politización de la pandemia y la utilización de intereses enfrentados hace más difícil cubrir estas necesidades

Concéntrate en lo que puedes hacer de forma eficaz; estás haciendo todo lo que puedes hacer. Date cuenta de que, en la medida en que te centras en todo lo que no has podido hacer estás usando recursos mentales que, de otra manera pueden utilizarse para ejercer tu labor con mayor eficiencia. El sentimiento de autoeficacia te hará sentir mejor y te centra en lo que haces con positividad.

6. Ante síntomas de un ataque de pánico

En situaciones de estrés intenso, como el que vivís, pueden producirse ataques de pánico. Algunas funciones fisiológicas que normalmente podemos controlar a voluntad se pueden disparar, yendo acompañadas generalmente de la sensación de pérdida de control, de que se va a producir un desenlace fatal o del pensamiento de que vamos a perder el juicio. Las cosas pueden parecer irreales e incluso podríamos perder por momentos el sentido de identidad personal. Es importante que sepas que en esos momentos no tienes capacidad de control sobre lo que te está ocurriendo. Las sensaciones que atravesarías pueden ser muy desagradables, pero son pasajeras. El pico de los ataques de pánico se suele producir entre los 10 y 20 minutos después de notar los primeros síntomas y puede llegar a durar hasta dos horas (aunque generalmente es bastante más breve). Un ataque de pánico es como subir a una montaña rusa o a una atracción que te da miedo. Una vez que estás en la atracción tienes que esperar a que finalice para poder bajarte.

7. Ante sentimientos depresivos

Trata de comprender estos sentimientos depresivos en función de las duras circunstancias que estás viviendo, como a trabajar a destajo en circunstancias muy especiales que se prolongan ya meses.

Es lógico que ante esfuerzos importantes y una falta de actividades de ocio el estado de ánimo sea bajo y que aparezcan pensamientos negativos. Procura no luchar contra estos sentimientos. Te puede ayudar el seguir haciendo cosas que para ti son importantes, aunque en el momento no te apetezca mucho. Trata de descansar las horas necesarias y, dentro de las posibilidades, hacer actividades que te resultan de interés, independientemente de tu estado de ánimo.

8. Ante la interacción social con compañeros/as

Demuestra con comportamientos claros que te importan las personas con las que estás interaccionando e incluye con frecuencia en tus frases palabras relativas al compañerismo y al trabajo en equipo. Actuar de forma colectiva debe prevalecer sobre las individualidades. Se deben intensificar las acciones de cuidado mutuo.

En la relación entre equipos directivos y las personas a su cargo han de diseñarse acciones de cuidado mutuo, así como fomentar la percepción de pertenencia y valoración adecuada de la ejecución. Es preferible orientar que realizar juicios de valor sobre la ejecución.

La toma de decisiones en una situación de crisis siempre va a llevar emparejado que se produzcan equivocaciones, para prevenir sentimientos de culpa trata de actuar con honestidad, sinceridad y transparencia.

9. Ante la interacción con las personas que trabajamos

Muestra de forma clara con tus comportamientos que las estás escuchando. En estos momentos las personas suelen estar muy nerviosas. No les digas que se tranquilicen; muestra tú tranquilidad, tomando protagonismo sobre la interacción y haciéndoles ver que estás trabajando para ellas.

10. Ante la valoración que nos hacemos de nuestra ejecución y de nosotros/as mismos/as:

Tienes que ser consciente del importante papel que estás desempeñando con tu trabajo y que es indispensable para superar esta situación de crisis. Te mostramos ese reconocimiento con este documento, pero hay muchas más personas de las que crees pensando ahora mismo “qué sería de ellos y ellas sin tu labor”.

Párate varias veces al día a valorar lo importante que es tu trabajo en estos días y en la función social que desempeñas. Ser consciente de esto te va a ayudar a funcionar mejor, acorde a lo que verdaderamente importa y a valorarte adecuadamente.

 

Autores: David Carmona, Francisco Esteve, Rafael Ferro, Jesús de la Fuente, Manuel García y Francisca Ruiz.