El «Informe Anual de la Profesión Periodística 2016» «pinta un panorama difícil», pero también «otorga una cierta esperanza» al mostrar nuevas oprotunidades laborales para los periodistas, señaló Victoria Prego, presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), en la presentación de dicho estudio el 15 de diciembre, y que está editado por la asociación.

Estas nuevas oportunidades laborales han llegado, en parte, de la mano de las nuevas tecnologías, que están configurando «un panorama prometedor» para la puesta en marcha de «empresas periodísticas que, bien gestionadas, pueden sobrevivir». «Toda fórmula que se pueda poner en marcha con cierta imaginación, eficacia, puede tener éxito», añadió Prego.

Un año más, el Informe recoge cifras sobras las condiciones del ejercicio de la profesión. Al respecto, Victoria Prego advirtió de que «la precariedad, el subempleo y los salarios ínfimos atentan directamente contra la libertad de los periodistas», y añadió que quebrante «de una manera gravísima porque sin libertad de criterio no hay libertad de información y se atenta directamente contra el derecho del ciudadano a recibir información libre».

Radiografía de la profesión

Sobre el Informe, la presidenta de la APM señaló que supone «un retrato muy minucioso, serio y solvente de cuál es el panorama del sector en España de este año». Como en años anteriores, este estudio se apoya en una encuesta profesional realizada en colaboración con la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE), el Collegi de Periodistes de Catalunya, el Sindicat de Periodistes de Catalunya (SPC) y la Asociación Nacional de Informadores Gráficos de Prensa y Televisión (ANIGP-TV), encuesta que este año han respondido 1.833 profesionales, recogiendo por primera vez el parecer de cámaras y fotógrafos de prensa, añadió David Corral, presidente de la Comisión de Publicaciones de la APM. Esta encuesta «es la base y el fundamento de este informe con tres partes fundamentales: la profesión, la industria de los medios y, como novedad, los nuevos perfiles y funciones de los periodistas en las redacciones», resaltó Corral.

«El periodismo no va a cambiar; ya ha cambiado», comenzó diciendo Luis Palacio, director de dicho Informe, que esbozó una radiografía de la profesión en el último año. Entre los datos extraídos de dicho Informe, se desprenden, además, algunas cifras que «pueden aclarar el escenario que, como profesionales, tenemos por delante».

Mercado laboral

Uno de los datos positivos, que se repite en los últimos dos años, es el descenso del paro registrado en el último año, un 9% inferior que los de 2015, situándose en 7.890 el número de periodistas parados que acudieron hasta septiembre a las oficinas del Servicio de Empleo Público Estatal. En cuestiones de género, se mantiene el desequilibrio un año más, siendo el 64% de los periodistas en paro mujeres. La mejoría del empleo, sin embargo, añadió Luis Palacio, «no debe ocultar la realidad: El paro registrado entre los periodistas en 2016 es un 74% superior al de 2008», año del comienzo de la crisis económica.

Durante estos años, la profesión ha sufrido uno de los peores momentos, siendo el paro y la precariedad laboral una de las principales preocupaciones de los profesionales. En 2016, los datos del Informe lo vuelven a situar como el principal problema que les aqueja (52,2%), con una gran diferencia respecto a otros, como la mala retribución del trabajo periodístico (16%), la falta de independencia política o económica de los medios (12%) o la falta de rigor y neutralidad (6,7%).

El informe también señala las principales consecuencias de dicha precariedad. El 41% de los encuestados opina que el periodista se ha convertido en un mero recopilador de informaciones y el 36% piensa que el miedo a la pérdida del puesto de trabajo se ha traducido en una práctica profesional menos libre e independiente.

A este respecto, Luis Palacio señaló que, en materia de independencia en el trabajo y confianza de los ciudadanos en la información recibida, «este año se ha experimentado una ligerísima mejora». Aunque los periodistas se siguen suspendiendo, con un 4,3, los ciudadanos califican con un 5,7 la confianza que les merece la información que reciben.

De los periodistas que contestaron la encuesta, el 73% eran contratados y el 27%, autónomos. No obstante, el director del informe aclaró que «es probable que la muestra de la encuesta (que responden sobre todo miembros de asociaciones de la prensa) sesgue algo el número a favor de los contratados». De todas formas, este año el porcentaje de autónomos creció en más de un punto respecto a 2015 y casi el 60% de ellos piensa que el futuro del periodismo pasa por ser autónomo.

Los graduados en Periodismo se reducen un 12%

En los últimos años, otra consecuencia de la crisis para la profesión periodística ha sido la dificultad para acceder al mercado laboral y las condiciones en las que se realiza. Según el Informe de 2016, el número de graduados en Periodismo se redujo en 2015 el 12%. Este descenso llega después de tres años de crecimiento continuado. «De los graduados, dos terceras partes, prácticamente, son mujeres», añadió. Asimismo, el Informe también incluye a los que estudian Comunicación Audiovisual, puesto que una parte de los cuales terminan ejerciendo labores periodísticas. Estos «siguen una pauta similar a los de Periodismo y este año ya rebasaron los 3.000», dato que se traduce en que, entre ambas especialidades, hay más de 6.000 nuevos titulados.

Para los profesionales que contestaron a la encuesta del Informe, concretamente el 75%, consideran que salen demasiados graduados cada año, y el 82% cree que la formación recibida no es la adecuada para el ejercicio del periodismo.

Otro de los aspectos que se refleja cada año en el Informe es el número de profesionales que trabaja en periodismo y los que trabajan en comunicación, relación que este año ha sido del 60% y del 40%, respectivamente. Posiblemente, este reparto esté infraponderado a quienes trabajan en comunicación, también como consecuencia de la muestra usada, aclaró Palacio. En este estudio, a la pregunta «¿considera usted periodismo el trabajo de comunicación corporativa?», el 59% de los encuestados respondió afirmativamente. Asimismo, Luis Palacio agrego que resulta significativo «que así opinara el 55% de los periodistas, porcentaje que se dispara hasta el 76%, en el caso de los comunicadores».

Industria de los medios de comunicación

Otro dato positivo, por segundo año consecutivo, es el crecimiento en 2015 de la facturación agregada de televisiones, diarios, radios y revistas. Concretamente, un 5% hasta alcanzar los 5.698 millones de euros, aunque inferior a la registrada en 2011, cuando fueron más de 6.200 millones, y muy alejada de los 8.800 millones de antes de la crisis, recordó Luis Palacio. Lo más relevante, según el director del estudio, es cómo queda repartida esta facturación: «Antes de la crisis, la televisión representaba el 53% de los ingresos agregados de los medios, y el año pasado fue el 58%». Los datos más recientes, que son los referidos a la inversión publicitaria en el primer semestre de 2016, muestran la misma tendencia: el crecimiento de la inversión en televisión e internet, el descenso de la correspondiente a los medios impresos y el estancamiento de la de la radio.

Otra de las características de la industria española de los medios es que está muy concentrada. «Veinte empresas facturan, aproximadamente el 75% de los ingresos de las 100 mayores empresas privadas de medios» del país. Este dato no solo está relacionado con el peso de la televisión dentro del conjunto de la industria, puesto que, dentro de esas 20 empresas, «están las tres que tienen el 95% de la facturación del sector radiofónico o las siete que tienen el 45% de la facturación de la prensa diaria», informó Luis Palacio.

En España se están haciendo las mismas cosas que en los mercados informativos más avanzados

En el terreno de las consideraciones sobre el escenario al que se enfrentan el periodismo y los periodistas, «la profesión periodística ya ha cambiado», repitió el autor del estudio. Aunque los principios profesionales se mantienen, recordó, lo demás se ha modificado: las herramientas, los soportes de la información, las vías por las que ésta se distribuye, los condicionantes económicos, sociales y políticos de las empresas de la comunicación.

A esta nueva realidad también se refiere uno de los capítulos del Informe dedicado a los nuevos perfiles profesionales que han aparecido en las redacciones. «Algunos tienen un contenido más periodístico y otros más tecnológico, pero todos se orientan al fin del periodismo: mantener informado al ciudadano», añadió Luis Palacio. En este sentido, añadió que «en nuestro país se están haciendo, aproximadamente, las mismas cosas que en los mercados informativos más avanzados».

En este nuevo escenario, Luis Palacio estima que los recursos disponibles para informar nunca llegarán a ser tan cuantiosos como antes, por lo que ve necesario una restructuración relativa a los propios componentes empresariales del sector informativo. «El desplazamiento de los recursos publicitarios hacia el entretenimiento y las tendencias que se aprecian en los ingresos de las principales compañías de medios», explicó Palacio, «hacen pensar en un futuro con medios de menor dimensión y en los que el protagonismo empresarial de las periodistas posiblemente aumente». Asimismo, dentro de esta reestructuración sectorial, ve la «necesidad de disponer de un conocimiento preciso del entorno informativo en el que nos movemos».

Finalmente, en este nuevo panorama, un tercer aspecto reseñable para Luis Palacio es que es «necesario conocer los avances tecnológicos que permiten abrir nuevas vías profesionales». Palacio considera que es necesario «abrir nuevas vías de investigación porque el periodismo ya no se circunscribe» a la actividad que hasta ahora se realizaba «en lo que hemos conocido como medios informativos», sino que «cada vez hay más iniciativas que, aprovechándose de la tecnología, realizan actividades que pueden considerarse periodísticas».

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