19.12.2023| La Federación Europea de Periodistas (FEP) ha acogido con satisfacción la adopción, el pasado 15 de diciembre, de la European Media Freedom Ley (EMFA), cuya versión final ya no hace referencia a la posibilidad de espiar a periodistas sobre la base de vagos imperativos de “seguridad nacional”.

El viernes, el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo alcanzaron un acuerdo provisional sobre una nueva ley de la UE para salvaguardar la libertad de prensa, pluralismo e independencia editorial. Esta es la primera legislación integrada sobre libertad de prensa que será inmediatamente aplicable a los 27 Estados miembros de la Unión Europea. El acuerdo aún debe ser validado por el Comité de Representantes Permanentes de los Gobiernos de los Estados miembros ante la Unión Europea (Coreper), el miércoles.

El acuerdo provisional establece la obligación de los Estados miembros de garantizar la protección efectiva de los periodistas y proveedores de medios en el ejercicio de su actividad profesional, y prohíbe a los Estados miembros utilizar medidas coercitivas para obtener información sobre las fuentes de los periodistas o comunicaciones confidenciales, excepto en casos específicos.

La FEP y sus socios lideraron una intensa campaña con sus aliados, en el Parlamento Europeo, la Comisión Europea y con la Presidencia española, que jugó un papel esencial en el abandono de las disposiciones, promovidas por Francia, Italia, Malta, Grecia, Chipre, Suecia y Finlandia, cuyo objetivo era legalizar el despliegue de software espía contra periodistas, basándose en la simple sospecha de una amenaza a la seguridad nacional.

A la espera de un análisis en profundidad del texto del acuerdo y de las garantías precisas que ofrece para proteger las fuentes periodísticas, la FEP quiere agradecer a los actores clave en las negociaciones del diálogo tripartito, la vicepresidenta de la Comisión Europea Vera Jourova, el ministro de Cultura español Ernest Urtasun , y las eurodiputadas Sabine Verheyen (PPE) y Ramona Strugariu , que tomaron las demandas de la FEP y de las organizaciones de medios representativas en Europa en serio.