FAPE, MÁLAGA 19.07.2023 | Un grupo de periodistas del País Vasco y Madrid, entre ellos Paco Audije en representación de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), participaron el pasado 4 de julio, en el Parlamento Europeo,  junto a otras organizaciones y colectivos de apoyo al reportero español Pablo González, en un acto de denuncia en el que pidieron su liberación o, al menos, el respeto integral a sus derechos. Entre los participantes se encontraba Ohiana Goirena, esposa del periodista detenido, así como el secretario general y la responsable de comunicación de la Federación Internacional de Periodistas (FIP), Anthony Bellanger y Natalia Queralt, respectivamente.

Pablo González está detenido en Polonia acusado de espionaje por los servicios de seguridad polacos, sin que se hayan hecho públicas pruebas contra él, desde el 28 de febrero de 2022, cuando informaba sobre la crisis humanitaria en la frontera entre Polonia y Ucrania, tras la invasión rusa. Se trata de un caso sin precedentes, ya que es el único periodista encarcelado en un Estado miembro de la Unión Europea.

Descendiente de los llamados “hijos de la guerra”, es decir, de los niños españoles que fueron evacuados hacia la URSS durante la guerra civil, tiene la doble nacionalidad española y rusa. Profesionalmente, está especializado en el mundo postsoviético y era colaborador habitual del diario Público y de la cadena de televisión La Sexta.

“Espero que las autoridades europeas presionen a Polonia para que Pablo tenga un juicio justo. Pedimos que no se prorrogue su prisión preventiva más allá de lo estrictamente necesario, y que se le permita recibir visitas y llamadas telefónicas de forma regular”, ha declarado su esposa, Oihana Goiriena, quien ha detallado las condiciones a las que está sometido el periodista: “Pablo está considerado como un preso peligroso, por lo que pasa 23 horas al día aislado en su celda y solo tiene permitido salir al patio del recinto durante una hora”. En el año y medio que lleva detenido, el periodista ha recibido en 12 ocasiones la visita de personal diplomático de la Embajada de España en Polonia, según confirmaban a la FAPE fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores.

En distintas ocasiones, diversas organizaciones de periodistas, entre ellas la FIP, la FEP (Federación Europea de Periodistas) y sus afiliados españoles, han reclamado la liberación inmediata del reportero español si no se concretan las acusaciones de espionaje como paso previo a un juicio justo. Tras la denuncia efectuada ayer ante el Parlamento Europeo, Miguel Ángel Noceda, presidente de la FAPE, ha reiterado la petición de la organización que preside a las autoridades polacas “para que resuelvan la situación con las máximas garantías jurídicas y en favor del periodista español tras tanto tiempo sin aclararse. Creemos que es una exigencia ética desde el principio de libertad de expresión”. Hay que recordar que, por decisión adoptada en la última Asamblea General, celebrada el pasado mes de abril en Lanzarote, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España está solicitando reuniones al más alto nivel, con el ministro de Asuntos Exteriores, el embajador de Polonia y cuantas instituciones europeas y españolas son competentes en este asunto, a fin de exigir que se aclare la situación procesal de Pablo González.

Por su parte, la Agrupación de Periodistas de UGT ha reclamado la inmediata puesta en libertad del periodista y la resolución del proceso judicial. afirmando que “es inadmisible la situación de privación de libertad e incomunicación  en la que se encuentra nuestro compañero en un Estado miembro de la UE”. También Agustín Yanel, secretario general de la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP), ha afirmado que, “cada día que González permanece en prisión es un ataque del Gobierno de Polonia a la libertad de información, al Derecho internacional y a los Derechos Humanos. El Gobierno español debe exigir su inmediata libertad provisional y que tenga un juicio con todas las garantías. La UE debe intervenir.”

El 8 de marzo de 2022, la FIP y la FEP presentaron una alerta a la Plataforma para la Protección del Periodismo del Consejo de Europa, que hasta la fecha no ha recibido respuesta de las autoridades polacas.