A pocas semanas de la celebración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 de noviembre), la Federación Internacional de Periodistas (FIP) y su Consejo de Género condenan la detención, el 3 de noviembre, de una estudiante que se había quedado en ropa interior para protestar contra el estricto código de vestimenta del país. La Federación pide al gobierno iraní que revise urgentemente sus intentos sistemáticos de pisotear los derechos de las mujeres y violar la libertad de expresión, y que libere a todos los presos, incluidos todos los periodistas.

El 3 de noviembre, Ahou Daryaei, una estudiante iraní, se enfrentó a miembros de los voluntarios paramilitares Basij en la prestigiosa Universidad Islámica Azad de Teherán. Los paramilitares la acusaron de vestirse de forma inapropiada, en este caso por la forma en que llevaba el pañuelo en la cabeza. Le arrancaron el pañuelo y le desgarraron la ropa.  

Como señal de protesta, la estudiante se quitó la ropa y salió a la calle en ropa interior. Luego, unos hombres vestidos de civil la metieron a empujones en un coche. Según el código de vestimenta obligatorio iraní, las mujeres deben llevar pañuelo en la cabeza y ropa holgada en público. Las imágenes de Daryaei fueron ampliamente compartidas en las redes sociales y publicadas por numerosos medios de comunicación en idioma persa y del mundo entero.

La situación en Irán no es un caso aislado. La FIP y su Consejo de Género también llaman la atención sobre los últimos intentos del régimen talibán de Afganistán de silenciar a las mujeres prohibiéndoles alzar su voz en público, excluyéndolas sistemáticamente de la vida pública y reduciendo los derechos de las mujeres en los medios de comunicación.