Una investigación realizada por el Foro Argentino de Periodismo (FOPEA) financiada por la UNESCO y el Fondo Mundial para la Defensa de los Medios (GMDF) asegura que las periodistas en Argentina enfrentan importantes desafíos en sus trayectorias laborales y las violencias que enfrentan cotidianamente en el ejercicio de su profesión.

A través del análisis de encuentras anónimas a 215 periodistas, Periodistas Amenazadas: investigar para protegerlas, se ha demostrado que existe una percepción generalizada de barreras culturales y vinculadas con las tareas de cuidado que impiden que las periodistas puedan acceder a cargos de liderazgo.

Según expone FOPEA  destaca por su alta prevalencia la violencia psicológica (padecida por 150 de las encuestadas), el hostigamiento (reconocido por 156), la violencia institucional (132), la violencia económica (130) y la violencia en línea (124). Además, se reportaron casos significativos de impedimento del ejercicio de responsabilidades laborales durante el embarazo, parto o puerperio (88) y violencia física (71).

Aseguran también que ese tipo de violencias se manifiesten con mayor intensidad al inicio de sus carreras profesionales, siendo sus perpetradores, en gran medida, jefes, compañeros de trabajo y funcionarios públicos. Otro de los hallazgos es el impacto que tiene en la salud mental de las afectadas y su desarrollo personal, incluyendo casos de censura, amenazas, renuncias y despidos.

El estudio destaca que las periodistas raramente denuncian judicialmente las agresiones debido al miedo a represaliar o a la falta de mecanismos efectivos de protección. Solo el 32 de las encuestadas formalizaron una denuncia.

Por último FOPEA resalta la necesidad de crear un protocolo es de aplicación para todas las personas que trabajen en el medio, independientemente de su rol o tipo de contratación, y abarca diversos ámbitos, incluyendo los espacios digitales. Asimismo, instan a todos los medios de comunicación a adoptar e implementar este protocolo, como un paso fundamental para construir entornos laborales más seguros, justos e igualitarios para las mujeres periodistas argentinas, contribuyendo así al fortalecimiento de la libertad de expresión y de una sociedad más democrática.